Archivo El Expreso: Nota a Pedro Mericaechevarria: «Mi abuelo era muy amigo de Julián de Bustinza»

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Archivo El Expreso: Nota a Pedro Mericaechevarria: «Mi abuelo era muy amigo de Julián de Bustinza»

(Febrero 2008 – Edic. 79 El Expreso Edición Impresa) Don Pedro Mericaechevarría fue uno de los primeros pobladores de estas tierras. Comerciante y amigo del fundador, falleció muy joven pero dejó un legado que se mantiene vivo de generación en generación. Su nieto habló con El Expreso y nos contó parte de la historia de esta familia pionera.

En el libro «La construcción de un espacio humano en Santa Teresa, Estación Totoras (1875-1914) escrito por Ana María Galletti y Alberto Pérez y editado por la Municipalidad de Totoras, uno puede encontrar gran parte de la historia de como nació lo que es hoy Totoras, antiguamente Santa Teresa.
Julián de Bustinza la fundó en el año 1875, algo que todos sabemos, y el libro habla de como delimitó Bustinza el trazado de Totoras.
Con respecto a esto Galletti y Pérez dicen en el libro: «El fundador del pueblo, un hombre con estudios de agrimensura realizados en su tierra natal, concibió el trazado original de la localidad con criterios modernos. Santa Teresa no tuvo el tradicional trazado en damero que es la nota característica de las poblaciones hispanoamericanas, sino que está cruzada por dos amplias diagonales que desembocan en la plaza principal ubicada en el centro de la localidad. El perímetro de la población está delimitado por amplios boulevares que completan una concepción urbanística original».
En otra parte de este mismo capítulo, habla de la construcción de dos nuevos barrios, y dice: «En el siglo pasado se construyeron dos nuevas urbanizaciones, una ubicada al Oeste (Barrio Bernero, hoy Barrio Córdoba) y la otra al este de Santa Teresa (Barrio Méricaechevarría)».
Y acá nos detenemos, Don Pedro Mericaechevarría fue uno de los fundadores de Santa Teresa, y como bien lo demuestra el relato, protagonista principal del nacimiento de la historia de este pueblo.
Por eso, El Expreso viajó a Clarke. Allí vive Pedrito Mericaechevarría, nieto de uno de los fundadores de Totoras, para conocer algo más de la historia, a través de relatos contados de generación en generación.
Pusimos nuestro grabador en marcha y escuchamos atentamente su relato: «Mi abuelo fue no de los fundadores, arribó a Santa Teresa en el año 1880 aproximadamente, proveniente de San Lorenzo e instaló un negocio de ramos generales en San Martín y Rivadavia.
Primeramente el alquiló una casa, que posteriormente fue la Panadería de la familia Nicolosi, y mientras tanto edificaba la parte de enfrente.
La distribución de la casa era similar a como está ahora, en la parte de atrás era donde estaba toda la caballería porque la mayor parte de la mercadería se distribuía en carretones, y uno de los carreros que tuvo fue Rodríguez que era abuelo de Héctor Rodríguez (que trabaja en la Municipalidad), de Chichín y del Vasquito Rodríguez. Estamos hablando de los años 1880, 1890, donde no existía ni el ferrocarril ni el automóvil, entonces los carreros llevaban la mercadería a pueblos vecinos.
Se dedicó a Ramos generales y en consecuencia fue comprador de cereales, en aquel entonces el único cereal que existía era el trigo, se hacía muy poco lino,…y se puede decir que así arranca la historia».
Ese sector de la población era conocida como Barrio Mérica, y fue uno de los lugares donde se produjo el primer asentamiento de pobladores: «El Barrio Mérica nació en San Martín y Rivadavia, era toda esa esquina donde estaba mi abuelo, el frente donde hoy está el Bar la Gota (Raiteri) , que antes había una fábrica de fideos de Ansaldo, y antes había un molino, o sea una molienda de trigo» afirma Pedro, y agrega «por mi casa pasó casi todo el comercio de Totoras, yo tengo un libro donde figuran los inventarios, todos los deudores, porque antes se compraba, y se arreglaba la libreta una vez por año, cuando venía la cosecha se pagaba, si sobraba bien, y sino quedaba la deuda para la próxima cosecha, como se usaba en los famosos ramos generales de antes.
La disputa que había en esa época era que los españoles se dedicaban al comercio, y los italianos se dedicaron todos al cultivo de la tierra, eran todos colonos. En Totoras hubo un asentamiento de muchos piamonteses»
Don Pedro Méricaechevarría tuvo una estrecha relación con el fundador Julián de Bustinza, y este le hizo un regalo muy valioso para la historia de Totoras y que hoy se encuentra en manos de su nieto en Clarke: «El era muy amigo de Julián de Bustinza, porque era Vizcaíno como él, eran tan amigos que por eso le regaló la cadena con la que se midió Totoras, con eso se trazó Totoras. La cadena tiene un pequeño defecto, mide menos, por eso en Totoras no coinciden justo las medidas
Esta cadena estuvo muchos años perdida, mi padre la prestó y no recordaba quien la tenía pero por suerte un día apareció».
Pedro la conserva en buen estado, porque cree que un día tiene que tener un lugar en el futuro museo de Totoras: «Yo creería que el lugar ideal para esta cadena es un museo, ojalá la Municipalidad encare seriamente un proyecto para hacerlo, sino con el tiempo esto se pierde. También tengo algunas medallas por ejemplo de Kermeses que se hacían en 1905, 1906, por las fiestas de la Sociedad Española, ya que mi abuela (Eusebia Uriarte) fue varías veces presidente de la Comisión de Damas, y eso va a ir todo al museo, sin dudas!!!»
Don Pedro llegó a ser Presidente de la Comisión de Fomento de Totoras, pero tuvo un lamentable fallecimiento víctima de un asalto. Su nieto nos cuenta que pasó: «A mi abuelo lo hieren y muere a los 3 días en Rosario, muere más por la infección producida por la herida que el impacto en sí, lo trasladan a Rosario y fallece allá. Fue en un asalto, un pibe de 16 años lo hiere, era de Serodino y de apellido Gómez. Mi padre tenía 5 meses cuando fallece mi abuelo, que en ese momento tendría unos 35 años, fue en Mayo de 1901 a 20 años de su llegada a Totoras».

Actualmente se conserva toda esa esquina donde arrancó parte de la historia de Totoras, que sigue siendo propiedad de la familia Mericaechevarría, aunque Pedrito afirma que la zona está un poco abandonada: «Creo que esa parte de Totoras quedó un poco descuidada, hace poco le pedí al Intendente Marcolini que hiciera el pavimento, y me dijo que iba a hacer cordón cuneta, para mi no sirve, yo quiero el pavimento, yo se que no son épocas fáciles para encarar una obra, pero las cosas si hay voluntad se pueden hacer. Sí, lo han abandonado un poco a ese sector, a lo mejor ahora con la rotonda revive, pero creo que somos merecedores que nos hagan el pavimento fundamentalmente por historia, porque ahí arranca todo…»
Con respecto a porqué su abuelo quiso fundar Pueblo Mérica en ese barrio, su nieto afirma: «Supongo que era por una cuestión de impuestos que se quería formar un pueblo, yo tengo fotocopia de los primeros boletos de compra-venta y figura Pueblo Mérica, y no se porqué Mérica porque mi verdadero apellido es Mericaechevarría, a lo mejor cuando entró al país lo anotaron así, ya que los Jueces de Paz en esa época hacían cada desastre…!!».
Desde hace 20 años, Pedro Méricaechevarría vive en Clarke junto a su esposa Vilma , y a su hijo de 13 años que también se llama Pedro, un nombre que se mantiene por 4 generaciones.
Y aunque se acostumbró a la tranquilidad de lugar, no olvida su infancia y su adolescencia en Totoras: «Yo tuve una linda infancia, yo me crié con los Nicolosi ahí en el barrio, las chicas de Pallotti, el negrito Griva, con los Buttigliero, el Hugo Pron, eran la gente de mi barrio…
Hice la primaria en la 242 y tuvimos la suerte que viniera una escuela secundaria y nos pudimos desasnar bastante. Antes las posibilidades de ir a Rosario eran escasas, cuando vino el secundario a Totoras, todos lo cursamos».
Y también hace comparaciones de como se vivía antes, a la realidad que hoy transitan los jóvenes: «Las cosas cambiaron, los peligros son otros, hoy hay dos flagelos: la droga y el sida, cuando desgraciadamente te das cuenta que tu hijo es drogadicto ya tenés un desastre del cual es dificil zafar y con el sida sabes lo que pasa.
En la época nuestra era distinto, alguna pelea, te pegaban un cascotazo en la cabeza, y no pasaba de ahí, era mucho más sano.

Yo no se si se divertían más o no, lo que si se que a la hora que nosotros veníamos del baile hoy los chicos entran. Porque antes los bailes terminaban a las 3 de la mañana.
Yo me acuerdo lo que hacíamos nosotros: Mi padre me daba $100, costaba $70 la entrada al cine los sábados a la noche, con los $30 restantes te tomabas un remo con medialunas en la Sociedad Italiana cuando estaban Dante y Humberto (los Berdini) y el famoso Chango con Lustrín que eran los mozos; y salíamos 12,30 y ya a esa hora daban la entrada gratis al baile, entrábamos y a las 3 de la mañana se terminaba el baile.
No se tomaba tanto, el alcohol ni se veía, hoy a los 18 años ya están cansados de todo.
No se si fue buena la época nuestra, o es la de ahora, lo que si se perdió es el respeto.
Yo me acuerdo cuando nosotros íbamos a jugar al Casín un sábado a la tarde, teníamos 13 o 14 años, y en la hora pico, de 12,30 a 2 de la tarde jugaban los campeones argentinos: los Bertotti, Orsilli, el Edil Griva, el Ciego Rocchi,… cuando nosotros nos acomodábamos para agarrar el taco caían «Moñito» Bolatti, Coronel Druetta, toda esa gente, y nos mirábamos y dejábamos el taco en la mesa, hoy yo calculo que si un grande le quiere sacar la mesa de Casín a un chico le meten un tacazo y le rompen la cabeza…Se han perdido esas cosas, inclusive se a perdido el hábito de que la gente vaya al bar, antes era sagrado, al mediodía o a la noche después de almorzar o de cenar se iba a tomar el cafecito en el bar, se hablaba de política, de fútbol, de todo, y cuantos negocios se hacían en el bar!, hoy la gente creo que no va más al bar… En la Sociedad Italiana los día que llovía, no alcanzaban las sillas.. La famosa vuelta de los bailes los sábados a la noche a comer de Orlando y Berdini la tradicional milanesa con ají!!!…Eran otras épocas….hoy se vive distinto!».

Y con respecto a la ropa nos decía: «Antes la ropa no existía, era siempre la misma, la camisa era la misma, íbamos a la Nueva Sixtil con el sastre Salvador Nicolosi, y él nos acortaba o nos alargaba los pantalones, y sino la Rosita Pron que estaba atrás del Taller de Ronchi, y trabajaba con la Ñeca Peirone y te hacían todo a medida, elegías la tela, te medías y te decían ¡vení a buscar el pantalón tal día!, y ese día estaba.
Hoy los sastres desaparecieron, desapareció todo, no hay más costureras, no hay más nada…»
A pesar de que viaja constantemente a Totoras, Clarke conserva algunas cosas pueblerinas de las que disfruta: «Acá hay cosas que todavía se conservan, podes dejar la bicicleta afuera y no te la roban, no te ves con tu vecino dos o tres días y te golpean la puerta para ver si estás bien o te pasa algo, nos conocemos todos, tradiciones de pueblo que todavía se conservan..En otros lados estas cosas se perdieron..».
Pedro Mericaechevarría, un nombre y apellido con mucho peso en la historia de Totoras, que su familia quiso que siga vigente de generación en generación, tal vez el mejor homenaje para uno de aquellos tantos inmigrantes que llegaron a esta tierra con un sueño, y sembraron la semilla de esta realidad…..

Pedro con la cadena de Julián de Bustinza le regalo a su abuelo, y con las que Bustinza midió las calles de Totoras
Pedro Merica y su esposa
La casa de los Merica en 2008 en Av. San Martín y Bv. Rivadavia

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